miércoles, agosto 13, 2008

CORO DE QUEJAS DE HELSINKI

El año pasado me impresiona gratamente ver este video en youtube, "Coro de quejas" de Helsinki. Lo encontré novedoso y se lo comenté a una variedad de amigos y conocidos en distintas oportunidades. Nunca pensé que esto de quejarse con música y en grupo pudiera transformarse en un canal de expresión que cobrara cierta importancia y trascendiera hasta convertirse en una especie de fenómeno social de este nuevo siglo.




Hoy, se anuncia este encuentro en Alemania y encuentro otros varios coros de quejas que se han estado formando en otras ciudades de Europa y Estados Unidos.

Noticia que me llega por email desde la Asociación latinoamericana de coros;


UNA CORAL ALEMANA CANTARÁ PROTESTAS, RECLAMACIONES Y LAMENTOS, RECOGIDOS A TRAVÉS DE INTERNET

• Sus 160 miembros, reclutados también en la red, tienen entre 17 y 78 años

Los cantantes Integrantes del coro de quejas más grande del mundo, en Colonia.

"¿Hay cosas en su vida que deberían mejorar o de las que quiera quejarse? Lamentablemente, nosotros no podemos solucionar sus problemas. Pero podemos lograr que la gente escuche sus quejas". Con este sugerente reclamo nacía el coro de quejas de Colonia, el más grande del mundo. La iniciativa, difundida por internet, reunió a casi 160 personas para participar en el coro y un millar de quejas solo entre abril y junio, cuando tuvo que cerrarse la captación por el exceso de solicitudes.

El primer coro de quejas del mundo surgió en Helsinki y ha sido imitado en lugares tan dispares como Jerusalén y Melbourne, pero ninguno de ellos tiene las dimensiones del creado en esta ciudad del estado de Renania del Norte-Westfalia. "La idea surgió de la Filarmónica de Colonia y el Consejo Musical regional. Querían hacer algo sobre el modelo del coro de quejas de Finlandia, pero a lo grande", explica Wilfried Kaets, director del coro.

Este pianista y compositor de 47 años ha creado una pieza musical de casi seis minutos reuniendo la mayor cantidad de quejas posible de las recogidas a través de internet. El resultado, explica, es una mezcla de frustración, ironía y dolor. "Hay de todo, desde quejas muy serias sobre política, impuestos, injusticias sociales... a quejas personales, como la del que dice que odia estar gordo. He recibido hasta quejas sobre mí", dice Kaets. "Hay algunas especialmente emotivas. A mí me conmovió una en la que alguien decía que siempre moría la gente a la que más quería", añade.


Sea cual sea el futuro de este proyecto, Kaets se da por satisfecho. "La intención era despertar el interés de la gente por la música, lograr que se implicaran, y lo hemos conseguido". Aún está por ver la reacción del público ante la obra, en la que el director dice haber incluido sus propias quejas, aunque no especifica cuáles son. La música hecha terapia o la terapia hecha música. Los que seguro que disfrutarán de la actuación son los miembros del coro que puedan al fin cantar sus quejas ante el oído atento de cientos de personas.

2 comentarios:

Gabriel Bunster dijo...

Pienso que sería un acierto hacer algo de este tipo en Chile. Debieras meter a algún sociólogo con sentido del humor a ayudar a hacer la letra.
Los cantores debieran ofrecerse de voluntarios, pues la ejecución deberá ser una verdadera catarsis terapéutica.

PeregrineBlue dijo...

Que videos mas interesantes encuentras tu. Este lo encontre genial. Eco a la sugerencia de Gabriel.